jueves, 30 de abril de 2009

Seis meses


Además de estar descubriendo el mundo que le rodea, Dalia comienza a conocer su cuerpo. Parece que los pies le resultan más atractivos que otros juguetes que tiene a la mano.
Gusta más de apoyarse, con ayuda desde luego, en sus pies que en sus rodillas. Mi suegra dice que me vaya olvidando de que gateará porque lo primero que haga para movilizarse será caminar. Veremos, sin embargo no niego que mi nena está apurada por conocer más.
Los gorjeos y las risas, dice mi esposa, son cosas Dalia reserva más para mí. Se basa en el hecho de que tiene un carácter más pasible cuando yo estoy cerca de ella. Dicen que las niñas son más apegadas al padre… Ojalá sea así -¡Qué cochino egoísta que soy!-
Benditos los genes de don Víctor (+), mi suegro. La baby de papá es bastante grande para su edad, según los pediatras. El éxito es compartido con la alimentación que le da la madre… Nada de leche de tarro.
Estoy enamorado de mi hija desde el primer minuto, y cada vez más cada día. Es hermosa y han dicho por mayoría que se parece a mí. Califiquen ustedes.

lunes, 13 de abril de 2009

N.I.S.C. Las primeras letras en mi círculo de amistad




Para sacar de la curiosidad a algunos. Nathaly Ivonne Samaniego Cárdenas, oriunda de Machala, nacida un 12 de agosto (Leo), última residencia conocida, Quito. Mejor conocida, para los amigos, como Nathy; y con más cariño, “iron”.
¿Qué me motivó a cultivar una linda amistad con ella? Puro atrevimiento, en un inicio, y por la certeza de que valía la pena. Ella es lo que dicen la hija putativa del matrimonio de una las hermanas de mi abuelo (tía Piedad) y fue tratada como de la familia… no recuerdo mucho de eso cuando la llevaban a las reuniones familiares de Nochebuena. Apenas si rememoro a una niña que pasaba pegada a mis tíos y no se relacionó con los primos Zambrano.
Por tanto, no supe nada de ella hasta inicios de 1997, cuando realizaba mi último año de estudios de bachillerato en La Libertad, en lo que hoy es la provincia de Santa Elena. Misteriosa y algo arisca, primera impresión mía. Reservada y desconfiada, la versión de ella. Lo cierto es que el hielo se rompió cuando coloqué algo de música para escuchar. “¿Te gusta ese grupo?” las primeras palabras que me dirigió.
No compartí mucho con ella en ese año… Incluso tuve ganas de intentar algo más que amistad pero creo que fue la emoción del momento. Era alguien nuevo en mi vida y era especial… y se perdió en la distancia por varios años.
2004. Aún no tenía experiencia en medios de comunicación y llevaba un año de enamorado con Tania. Un buen día supe que mi tío Rubén, esposo de mi tía Piedad, estaba en Guayaquil en el hospital del Seguro por enfermedad. Tras unas dos o tres semanas de permanencia, decidí visitarlo. Fue cuando la volví a ver… y vaya que había cambiado.
Naturalmente que de 14 a casi 22 años una mujer puede cambiar, físicamente, demasiado. Me movió el piso pero nada más, en ese momento estaba más interesado en la conversación que tenía con mi tío, la primera y última… nunca antes me había encariñado con una persona con solo un intercambio de palabras. “Cuando salga de aquí, te recomendaré para los medios de comunicación de Machala”, nunca supe por qué lo dijo. Falleció un día de agosto.
Durante el sepelio me percaté lo querido que era en la ciudad orense. Hubiese sido todo un reto trabajar lejos del ambiente que conocía… pensé. La partida de mi tío fue un golpe duro para Nathy. Puedo decir con certeza que lo era todo para ella.
Una llamada, un desliz. La única vez que fui infiel fue de palabra y vía telefónica. Una conexión que se hizo más fuerte entre Nathy y yo, algo que nos decía que nos demos una oportunidad. Mi error fue jugar con un sentimiento que no admite duda.
No soy de quienes sostengan dos relaciones por lo que tuve que elegir. Le conté el asunto a Tania y me dijo que lo único que le importaba es que sea feliz, no importa con quién. En ese instante yo elegí, y mi presente da fe del resultado.
Sin embargo, la situación representó un duro revés para mi amistad con Nathy… ella no quiso saber más de mí por un buen tiempo. La siguiente vez que la escuché fue casi como que nada hubiera pasado. Se retomó el lazo fraterno.
2006. Una época de tensiones con Tania. Su nuevo trabajo en El Telégrafo y mi manía de saber de ella todo el tiempo. La relación colapsó. “Necesito un tiempo”… como si no hubiera escuchado la frase antes. Se lo di… pero no me resigné al final de la historia. Necesitaba un consejo y apoyo del bueno. Gilda, mi prima hermana favorita, me dijo que no tratara de forzar el asunto, que a lo mejor la relación requería un respiro. Mucho optimismo, pensé, pero las palabras, a la larga, fueron útiles.
Como en ese instante no quedé satisfecho, necesitaba de otro punto de vista. Algo que se ajustara un poco más al hecho de tratar de seguir con mi vida sin pensar demasiado en el asunto. Requería alejarme del “cementerio de historias” que representaba mi propia casa. Plan B: viajar a Machala.
Nathy me hizo ver una película cuya trama y música principal todavía permanecen en mi pensamiento: Efecto mariposa. Una de las últimas escenas me sacó lágrimas. La primera vez que lloraba ante una amiga. Al darse cuenta, me recogió en su pecho para consolarme, casi como una madre.
No dudo que otras amigas hubiesen hecho lo mismo pero Nathy fue la primera de ellas. No acudí a su presencia para “sacar el clavo”. No aplico a esa política cuando el tiempo no se ha llevado todas las cenizas. “Tienes que aceptar tu realidad, lo que tenga que suceder, sucederá… mientras tienes aún mucho más en tu vida para ser feliz”, me dijo. No necesité de más consuelo.
Desde aquí, Nathy es más que una amistad común. Tuve que contar los antecedentes para que se entienda un poco el hecho de lo que representa ella para mí.
Actualmente, no sé mucho de ella. Casi tuvimos un encuentro pero eso… es historia aparte.

miércoles, 1 de abril de 2009

Cinco meses


Como pasa el tiempo… Al mismo momento quiero que se detenga para disfrutar su infancia y deseo que pase rápido para verla triunfar. Sentimiento contradictorio.
A sus cinco meses, Dalia luce más despierta, disfruta de juegos y observa con más atención el mundo que le rodea… y sonrie con todo y con todos. “No tiene la menor idea de todo lo que pasa en este mundo”, decía Mafalda al Guille con pocos meses de nacido. Me abstengo de comentarios para no dañar la inspiración.
Pero si se realiza una expectativa, que Dalia saque el carácter de mi mami Chabela y Tania, lo más seguro es que el mundo se las verá en figurillas para detener sus aspiraciones. Esa es mi ilusión. No solo que mi nena sea feliz sino que sepa defenderse muy bien.
Con el tiempo, tambien Tania y yo hemos madurado desde que somos padres. Uno no puede cuidar al hijo del mundo sino más bien educar para que sepa tomar decisiones y asumir las consecuencias de ellas… De acuerdo, si hablamos de un bebe, solo nos toca velar por su crecimiento sin ser extremistas.
Dalia está creciendo maravillosamente, gracias a Dios y con la colaboración de familiares y amigos. Es poco el tiempo que tiene en el mundo pero ya es muy querida… Y lo seguirá siendo.