martes, 2 de octubre de 2018

Justicia vs venganza


Un sistema de transporte masivo como lo es la Metrovía en Guayaquil prueba la paciencia aún de las personas que, como yo, evita ser parte de problemas para poder llegar pacíficamente a su destino.
Pero aún personas como yo, podemos sucumbir ante el enojo y adoptar posturas beligerantes.
Decenas de veces he tenido que ver cómo jóvenes se aprovechan de la debilidad de gente mayor para apoderarse de un lugar, sea en un asiento o de pie. Hace unos días, uno de esos mozalbetes se metió conmigo luego de que una frenada del vehículo provocó que mi cuerpo se fuera contra el suyo.
Antes de que pudiera ofrecer disculpas, el tipo me dio un golpe en el brazo, atacando desde atrás. En ese instante, me volteé para mirarlo a la cara.
¿Qué vas a decir?, me pregunta.
Que si tienes algún problema con las frenadas del chofer, en la siguiente parada nos bajamos para discutirlo... Veremos si haciendo las cosas de frente eres mejor que atacando por la espalda”, le contesté.
El tipo, sin bajar la intensidad de su enojo, me queda mirando fijamente sin contestar. Por breves segundos, le seguí la mirada... Me aparté del lugar con dirección a la puerta de salida.
Me bajé en la siguiente estación, el tipo no dejó el bus. En mi cabeza quedaron dibujadas las posibilidades de escenarios si aquel impertinente decidía también bajar del vehículo.
Llegando a mi casa, comento la situación a mi familia. Pongo atención a la reacción de mi pequeña hija. No me dice nada pero la mirada fue de asombro.
Unos días después tengo la oportunidad con ella de hablar a solas. Le pregunto por lo que pensó en aquel momento. Me contesta inmediata y enérgicamente: “Pienso que estuvo mal, no era necesario responder de esa forma”.
No le discuto. Tuve la opción para reaccionar de otra forma por mucho que considere que el mozalbete se lo tenía merecido.
Le ofrecí disculpas a mi hija y le di la razón... Pero también le recalqué que siempre habrán personas que pondrán a prueba nuestra paciencia y que está en nosotros establecer la adecuada respuesta.
Es muy delgada la línea entre la justicia y la venganza.

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